1970 - 1979 - El primer paso
1970
En esa época la gente solía viajar a Hamburgo para comprar instrumentos. Había dos tiendas, la "No.1" en la calle Tal y "George's Music Shop" en la calle Gärtner. “Nº 1”, como indicaba su nombre, era muy grande, demasiado cara y tenía un personal bastante arrogante. George, sin embargo, era un verdadero experto. Solía tener Fenders de los años 60, sabía mucho sobre ellas y sus precios eran razonables. Su conocimiento de Strats y Teles llegaba al punto de poder determinar en qué mes o trimestre se construyeron. Imagina eso... ¡a principios de los 70! También fabricaba pastillas de doble bobina que se suponía que sonaban como las viejas PAF de Gibson o incluso mejor. Fuera cierto o no, eran geniales, y eso era mucho antes de que las primeras pastillas DiMarzio salieran al mercado en Alemania. Otro punto a favor de George: fue el hombre que me dijo que si sacas el pequeño resorte del selector de tres posiciones de la Strat, puedes conseguir las posiciones intermedias entre las tres pastillas. Y es que el selector de 5 posiciones ¡no existía todavía!
1971
El gran sueño de ser famoso como músico se desvaneció pronto, a pesar de que disponía de mucho tiempo. Poco después de graduarme de la escuela secundaria en el otoño de 1972, en Bremerhaven y, debido a una eterna escasez de dinero, acabé aceptando, con algunos miembros de mi banda, un trabajo como estibador. A las cinco de la mañana descargábamos plátanos Chiquita de un barco y los separábamos (los amarillos para alimentar a ganado, los verdes para venta). Las actuaciones originalmente previstas en un club americano no llegaron a celebrarse. Pero no estábamos mal del todo, escuchando música soul, temas de Billy Preston y cosas así. En Hannover escribí canciones alemanas como "Hallo Herr Frankenstein, bau'n Sie mir ne Frau". (“Hola Señor Frankenstein, constrúyame una mujer”)
De estudiante, había tenido un trabajo como ayudante de mudanza y limpieza, así que se me ocurrió la idea de hacer este trabajo por mi cuenta. El tipo para el que trabajé realmente ganaba un dineral. Y mi primer pensamiento en esos primeros años, como dije antes, era independizarme de mis padres lo antes posible. Compré una vieja Ford Transit y empecé a hacer portes y limpiezas."Estudiante hace pequeños portes y limpieza en cualquier momento y a bajo coste". Salió muy bien aunque hay que señalar que incluso entonces, en 1972, ya gastaba parte importante de mis ingresos en comer comida italiana. A la vuelta de la esquina de mi piso compartido estaba el primer italiano de Hannover, Via Véneto, en el que no sólo preparaban pizza y pasta con las mejores manos, sino que también se ofrecía un atractivo buffet de antipastos.
Inglaterra
Por aquella época me enteré de que en Londres era posible comprar amplificadores Marshall y Vox a buen precio. Eso significaba otra posibilidad de hacerme financieramente independiente de mis padres. Así que inmediatamente viajé a Londres con mi Ford Transit para comprar amplificadores y altavoces. Había un periódico llamado "Exchange a Mart" donde podías encontrar gangas.
Allí andaba yo, por Londres y sus suburbios. De día iba llenando de equipo mi Ford Transit, y por la noche, dormía en mi saco de dormir, encima del equipo que había ido comprando. Un día fui a comprar una Höfner Commitee cuando conocí a un tipo llamado Roger Giffin en una tienda de la calle Denmark. Era un reparador de guitarras que tenía un pequeño taller en el sótano de su casa y fabricaba mástiles tipo Fender, partiendo de madera en bruto. Este tipo de iniciativa siempre me ha inspirado y me ha llevado por caminos nuevos y propios. Si él lo podía hacer, ¡yo también! Todavía tengo aquella Höfner, a día de hoy y fue una fuente de inspiración para incorporar el "diseño alemán" a mis guitarras Duesenberg.
Los viejos amplificadores y pantallas de Marshall, Sound City, Vox etc. eran fáciles de vender. Lo complicado era conseguir cobrar el dinero a los músicos, pero estaba aprendiendo algo del negocio.
En esta hermosa época abrió sus puertas la Leine Domizil, el mejor club de música en vivo de Hannover. Allí tocaban buenas bandas locales, pero también otros más destacados como Vitesse, Steve Gibbons, Inga Rumpf, Herman Brood etc. En general, “la Domi” era un gran punto de encuentro de la escena, donde las bandas intentaban robarse miembros unos a los otros continuamente, centrándose en los guitarristas. Años más tarde, muchos músicos de moda acabarían pasando por el domicilio de nuestra compañía en Hannover, que abrió en 1980. Un punto culminante fue cuando Steve Simpson, guitarrista de Roger Chapman, usó, en un concierto impresionante, una guitarra nuestra con forma de cuerpo de mujer.
1972
Sin embargo, lo que yo en realidad quería era estudiar arte. Envié una carpeta de mis efusiones artísticas junto con mi solicitud a la Universidad de Berlín. No hubo respuesta durante mucho tiempo. Y cuando finalmente conseguí la aceptación, ya tenía una plaza en la Facultad de Magisterio de Hannover. Yo de profesor, ¡qué idea más loca! Por otro lado, llevaba tiempo viviendo con mi novia "Hanni", así que abandoné la idea de Berlín y el arte.
1974
Después de cinco semestres de estudios de doctorado, me estaba empezando a hartar de la rutina universitaria diaria y me mudé a Würzburg con Hanni, la futura madre de mi hija Julia, "Jule", para estudiar Derecho. ¡Otra idea loca! Creo que la mayoría de los abogados sólo se hicieron abogados porque no se les ocurrió nada mejor. Para luego llevar una vida alquilando tu conciencia al mejor postor. No, gracias, pero mejor paso... En Würzburg tardé poco en tener otra banda "Otto's Ohrwurm" y me mantuve a flote haciendo limpiezas, mudanzas y transportando todo tipo de cosas. Además, en este maravilloso lugar me dediqué a reparar guitarras y bajos de los músicos locales.
Otto’s Ohrwurm
En mi cocina había montado un pequeño banco de trabajo y me dedicaba a desmontar pastillas de guitarras Höfner, que podía adquirir a muy buen precio. Quería averiguar por qué unas sonaban muy bien y otras no, así que desoldaba las tapas y las inspeccionaba. Conclusión: en algunas, en lugar de dos bobinas (como procede con las humbuckers) sólo utilizaban una. Pero, al menos, las pastillas Höfner tenían un imán Alnico 500 debajo de la(s) bobina(s). El mismo imán plateado que se usaba en las Gibson PAF. Bueno, bueno, bueno... Las pastillas que teían dos bobinas sonaban genial, los mejores mini humbuckers.
Sin embargo, por aquél entonces – y probablemente, hasta hoy – nadie apreciaba demasiado aquellas pastillas. Todos seguían los pasos de esas humbuckers Gibson, supuestamente geniales. Recuerdo que años antes había oído de alguien que había algunos tipos en San Diego que supuestamente hacían buenas copias de las viejas pastillas PAF. Así que fui a la Cámara de Comercio e Industria de Hannover y busqué en las libretas de direcciones de empresas americanas. Finalmente encontré una compañía en San Diego cuyo negocio aparecía bajo el epígrafe “Pickups” (“pastillas”, en inglés). Les escribí y unos cuatro meses después recibí una carta de respuesta, diciendo que me agradecían la consulta, pero que ellos se dedicaban a las furgonetas tipo “Pickup”, no a pastillas de guitarra. ¡Pickups, claro...!
1976
En 1976 nació nuestra hija Julia y poco después nos mudamos de Würzburg a Göttingen. Eso nos facilitaba visitar a nuestras familias en Hannover y Eimbeckhausen más a menudo. Era interesante porque los padres de mi Hannelore tenían una gran fábrica de muebles de estilo clásico en Eimbeckhausen (a 35 km de Hannover). Yo pensé que allí sin duda, se podrían fabricar cuerpos de guitarras. El hermano de Hannelore, Hardy, dirigía la fábrica y ese contacto me permitió comprender mucho mejor los procesos de fabricación. Mi primera impresión fue que es mucho más complejo producir una silla Biedermeier que el cuerpo o el mástil de una guitarra. En general, lo que utilizaban era plantillas de fresado para copiar y producir las distintas formas en máquina.
1977
Había comprado el mástil de una Strato del 62 muy deformado a un músico de baile por 50 marcos. Los trastes estaban bastante desgastados. En ese momento yo todavía no sabía fabricar trastes, pero un amigo conocía a un fabricante de guitarras en Erlangen-Bubenreuth. Fui allí, le entregué el mástil y empezamos a hablar de qué otras empresas había por la zona. Resultaba que no sólo estaban las fábricas de guitarras Höfner, Hoyer, Framus y Klira, sino también una serie de subcontratistas que hacían piezas de madera y metal, protectores de pastillas y otras piezas para esas fábricas. ¡Aquella zona era un punto caliente industrial!
Así descubrí un aspecto importante de la producción de guitarras que no conocía en absoluto y que aún se mantiene en secreto para muchos compradores de guitarras: Una fábrica de guitarras no produce todo por sí misma. La actividad principal es el diseño de sus modelos. En el mejor de los casos hacen una parte de la carpintería, la selección de los componentes y finalmente el montaje, barnizado, ensamblado y puesta a punto.
La mayoría de los componentes se encargan a proveedores especializados en el procesamiento de determinados materiales. Del mismo modo, una fábrica de coches no fabrica asientos, sistemas de escape, accesorios interiores, neumáticos y llantas, etc. Y todas esas compañías alemanas suministraban a la industria de la guitarra alemana y americana. Y como saben, "Hecho en Alemania" se había convertido rápidamente en un nuevo término de calidad después de la guerra.
Así que escribí todo en mi pequeño cuaderno, miré el mapa de carreteras y luego me puse a hacer una lista de aquellas empresas. ¡Sorpresa, sorpresa! En particular, había una empresa de ingeniería de hardware de precisión y una empresa que fabricaba golpeadores de guitarra, entre otras cosas. ¡Productos realmente buenos! Y nadie sabía que estas compañías también suministraban a los americanos.
Curiosamente, los alemanes tendemos un poco a infravalorarnos. Me he dado cuenta de esto desde que vivo en España. Nuestro país tiene una reputación increíble en lo que se refiere a nuestros productos. Alto nivel de calidad y a buenos precios. Y es lo que había en aquella zona. Un juego de clavijas de afinación estaban a un tercio del precio de un Schaller, o los puentes Wraparound de Badass, que costaban 120 marcos en tienda, estaban disponibles en la fábrica de hardware por una fracción de eso. En ese momento supe cuál sería mi futuro negocio: ¡Componentes de guitarra!
Hay que mencionar que ese mercado prácticamente no existía en ese momento. Tal vez unas pocas piezas Schaller, carísimos vibratos Bigsby o, un tiempo después, las primeras pastillas Di Marzio. Pero eso era todo. Y había una legión de guitarristas – yo incluido – que deseaba productos así. Ya había guitarras alemanas decentes por entonces, especialmente de Hoyer. Pero eran todo copias de Gibson y Fender. Casi todo era elaborado meticulosamente, como los pickguards, o las clavijas Schaller de la mejor calidad. Pero aparte de eso, la mayoría de las marcas alemanas de guitarras de la época gastaban mucho dinero en producir instrumentos que al final no eran realmente funcionales. Como aquellos mástiles de madera laminada de Framus. Es cierto que eran muy rígidos y estables, pero no sonaban como debe sonar una guitarra. Y, fijándonos en los detalles, se veían cosas como puentes con espacios entre cuerda demasiado pequeños o ángulos de cuerda entre puente y trémolo tan mínimos que no transmitían la presión necesaria para un buen sonido. Incluso con las pastillas, no se prestaba atención al hecho de que por mucho que se calculen los valores de la bobina cuidadosamente, de nada sirve si luego se le planta una tapa de latón niquelado. Una verdadera pena.
Una tarde, en Würzburg, sentado en la bañera, le daba vueltas a todo esto. Había sido un descubrimiento lo de las empresas de Erlagen. Tenía allí todo lo necesario para empezar un negocio con todos los componentes. Todo era barato y de una calidad excelente. Ferretería, mecanizados, pastillas, madera para los mástiles... La conclusión de todas estas meditaciones fue la idea de fabricar el primer kit de guitarra eléctrica del mundo. ¡Eso haría: proporcionar a la gente todo lo necesario para construir su propia guitarra!
Als ich dann in Bubenreuth den wunderbar neu bundierten Strat-Hals abholte, machte ich erneut einen Abstecher zu einigen Zulieferfirmern. Ich also alle Prospekte und Preislisten eingesackt und mir weitere Gedanken gemacht über ein erstes Sortiment für meinen Versandhandel.
La compañía de hardware
Tristemente, a día de hoy, la compañía Müller hace tiempo que dejó de existir. Se trataba de una mediana forja de ingeniería de precisión con más de 20 empleados. Estos mecánicos de precisión producían herrajes, es decir, puentes, cordales y más cosas, fresados a partir de perfiles de latón y chapa, para prácticamente todas las fábricas de guitarras alemanas. Las piezas de metal se pueden trabajar a partir del material sólido con fresas y taladros o fundirlas en un molde a alta presión de zinc. Esto último permite mayores posibilidades de diseño y es mucho más barato en la producción. Pero para nosotros, los guitarristas, esto conlleva desgraciadamente una inferior de la calidad de sonido (dejando aparte de las piezas de aluminio fundido).
Müller hacía de todo. Por ejemplo, preciosos cordales y puentes para conocidas compañías americanas como Gretsch y Guild, partiendo de bloques de latón macizo. El jefe era un hombre mayor, ingenioso y con sentido del humor. Cuando le pregunté si podía pedirle el hardware de mi diseño, respondió, confiado en la victoria: "¡Podemos hacer TODO!” Toda una declaración de intenciones...
ROKO
Con sede en Bubenreuth y desaparecida hace ya mucho tiempo, existía entonces la empresa Robert Kolb bajo la marca ROKO. Era algo típico en Alemania que los dueños de la compañía extrajeran una sílaba cada uno de sus nombres y apellidos y lo convirtieran en su marca. Es lo que hicieron, por ejemplo, con HARIBO (Hans Riegel Bonn).
Después de la guerra, el buen Robert Kolb comenzó a producir componentes de guitarra y violín - como lo hizo la compañía Schaller. Especialmente clavijeros, puentes y cordales, con tecnología de fundición a presión, así como piezas de acero estampadas. Robert era políticamente bastante derechista, se vestía con trajes tradicionales y siempre desdeñaba los pedidos pequeños. "Sr. Goelsdorf, si pide sólo 20 juegos ¡no puede ser un buen negocio para usted!"
Pasaba por alto el hecho de que no podía pedir más de 20 juegos en mi situación financiera. Aparte de eso, hay que admitir que era un técnico realmente innovador y tenía algunos productos extraordinarios y extremadamente duraderos que ofrecer. De construcción casi blindada, sus componentes se montaban en un montón de guitarras Höfner, Framus, Klira y también Gretsch. El mejor producto de Kolb, sin embargo, fue un mecanismo patentado para los tornillos sin fin, en el que el tornillo sin fin se apretaba contra la corona mediante un clip en una placa de acero con un muelle. Este mecanismo funciona perfectamente hoy en día, después de unos 50 años. ¡No hay otro igual!
Höfner
Höfner estaba a la vuelta de la esquina, en ese momento, todavía bajo la dirección de un tal Sr. Benker. Un hombre muy amistoso que me mostró inmediatamente las instalaciones. Había muchos mástiles a medio terminar, algunos de los cuales -dijo- estaría encantado de venderme. Para la producción tenían un router de copia y cada mástil era exactamente igual al siguiente. Todas ellos estaban hechas de arce, que apenas se veía en las guitarras terminadas, porque los mástiles estaban pintados de forma opaca. Allí fue donde tuve una primera impresión acerca de la fabricación de mástiles.
Golpeadores
Colofonia y golpeadores... El Sr. Glassl producía, con celuloide real, todos los golpeadores de guitarra, para la industria alemana y para un grupo de constructores de guitarras. No me interesaba la colofonia; trozos rojizos transparentes de resina con los que se frotan los arcos de los instrumentos de cuerda. Pero sí me gustaban los golpeadores. Tenía de varios colores y placas en capas (blanco-negro-blanco o negro-blanco-negro y un hermoso caparazón de tortuga). Y sus precios eran tan baratos como los de los demás proveedores. Por desgracia, dejó la producción de golpeadores hace mucho tiempo y se especializó sólo en el negocio de la colofonia.
Mástiles en bruto, etc
También existía una empresa de madera para instrumentos que producía aros y tapas para cuerpos huecos, así como cuerpos sólidos de madera contrachapada. "Cajas" las llamaban en esos días, mientras que los cuerpos sólidos se llamaban "tablas". Incluso tenían una patente para hacer tapas sólidas usando calor, humedad y presión. Estos perfeccionistas franconianos también fabricaban con precisión mástiles prefresados a medida de arce y caoba, incluyendo el trussrod. "Sólo" tenían que pegar el diapasón en él y luego, por supuesto, un montón de lijado y frotado. En esa época, prácticamente todos los pequeños constructores de guitarras y los particulares compraban los mástiles en bruto de esta compañía, porque ahorraba mucho trabajo, tiempo, virutas y mucho polvo.
Diapasones
También estaba la compañía de diapasones y marquetería Klier. Esta empresa producía una amplia gama de diapasones, incluyendo las ranuras, con todo tipo de incrustaciones de nácar, con tecnología avanzada. Durante mi primera visita, el jefe, el Sr. Klier, me regaló con orgullo varios adornos para palas de guitarra con emblemas de Gibson.
Es difícil de creer, pero este hombre hizo todo tipo de trabajos de incrustación para casi todas las empresas americanas: Gibson, Fender, Martin, Gretsch y otras. También tenía material para trastes de primera clase en todos los tamaños posibles y un amplio surtido de selletas, incrustaciones y pins del puente. Entonces yo, como la mayoría de los artesanos de este gremio, les compraba muchos productos. Especialmente trastes pre-cortados y diapasones ya radiados. Con esto y los mástiles en bruto que compraba a la otra empresa podía hacer los mástiles yo mismo.
Shadow Pickups – Joe Marinic
Joe "Josip" – de la empresa Shadow, que también estaba en la misma zona- es un gran tipo que me ayudó mucho al principio. No sólo inventó la pastilla piezoeléctrica, de instalación bajo el puente de la guitarra, sino que también hizo un montón de pastillas para todo tipo de empresas. Por ejemplo fabricaban pastillas de doble bobina para Hoyer, que ya ofrecían en esos días un buen sonido humbucker. Pero lo más importante fue que me ofreció todo tipo de piezas de pastillas como formadores de bobinas, imanes y postes de pastilla , así como potes, interruptores, enchufes, etc. En esta primera visita compré todo tipo de piezas de inmediato (ver más adelante “Experimentos con pastillas”).
Prácticamente todas las piezas de plástico para pastillas fueron producidas por moldeo por inyección. Para ello, hay que tener moldes de acero resistentes a la alta presión hechos por empresas especializadas y cada molde de este tipo costaba alrededor de 10.000 marcos alemanes por aquél entonces. Nada que yo pudiera permitirme. ¡Pero yo tenía la fuente de las piezas oficiales de pastilla!
Cuerdas
En la misma casa había una empresa que se especializaba en la producción de cuerdas para instrumentos clásicos, pero también importaba cuerdas para guitarra y bajo de los EEUU y las revendía en envases neutros o especialmente etiquetadas.
Con eso tenía casi todo lo que conforma una guitarra y más. Todo lo disponible para poder abrir un negocio.
Negocios
De vuelta en la bañera, que para mí sigue siendo el mejor lugar para el pensamiento creativo, seguía reflexionando sobre mi idea para el primer kit de guitarra en el mundo y los elementos que ya tenía:
- un mástil (prácticamente terminado, excepto por la forma de la pala)
- un cuerpo rectangular (que podría ser usado para crear muchos diseños diferentes)
- un hardware de primerísima calidad
- pastillas oficiales
...y ya tenemos una guitarra.
Había un problema. Cualquier podía ir a un carpintero para que le cortara un cuerpo de guitarra con una sierra de cinta. Pero el ajuste del hueco del mástil en el cuerpo era un punto importante ya entonces, que era a menudo criticado en las críticas de guitarra de la prensa especializada. Un fallo en ese detalle llevaba a perder muchos puntos en la valoración final de una guitarra. Ocurría a menudo, especialmente con las Fender de la época CBS, después de 1964.
Con mi kit el comprador tendría la opción de pegar el mástil o fijarlo al cuerpo con tornillos. Y si el mástil de mi kit tenía demasiada holgura (como en las Fender), esto habría significado el final de mi idea. Era absolutamente necesario asegurarse de que el mástil encajara con exactitud en el cuerpo, independientemente del diseño.
El hermano de Hanni, Hardy, me explicó cómo trabajar la madera perfectamente con las fresas de corte, así que después del trabajo iba a la fábrica de muebles y me ponía a trabajar. Aprendí mucho sobre carpintería en aquella fábrica.
1978
Por fin había llegado el momento de empezar un negocio... necesitaba dinero. Un músico amigo mío trabajaba en un banco en Hannover y me aconsejó que solicitara un pequeño préstamo con mi idea de negocio. Lo cual era, en principio, una tontería, porque sin avales los bancos no te dan ni un céntimo. Afortunadamente, mi Hanni (respaldada por la fábrica de muebles de su familia) respondió por mí. ¿Y por cuánto? ¡Por unos ridículos 5.000 marcos! (lo que hoy serían unos 2.500 euros). Sin embargo, con mis escasos ahorros y esta limosna del banco, pude pedir mi primer surtido de piezas y componentes para los kits. Era mi momento de lanzarme al agua.
Atze’s Soundhouse holt den Sound raus! (Atze's Soundhouse saca el sonido!)
Inicio oficial del negocio
Puse un pequeño anuncio en la revista Fachblatt (que luego se llamaría "Riebe's Fachblatt", y hoy "Gitarre & Bass") y conduje hasta Bonn para llevarle a Dieter Rosberg uno de mis kits para que le hiciera una prueba.
Para mostrar las muchas posibilidades de diseño del kit, había construido una guitarra en forma de bota de vaquero. Pensándolo ahora, no fue mi mejor idea de marketing. Un kit de tipo Stratocaster con características especiales habría sido mejor. Pero Rosberg supo ver la novedad que implicaba mi kit.
Tenía dos diferentes modelos de kit al principio, así como un surtido bastante manejable de afinadores y puentes wrap around de diseño propio (véase el primer catálogo "Atze's Soundhouse"). Vendíamos también el primer trémolo con wrap around (el “Style Super Vibrator"), puentes, todo tipo de piezas eléctricas, cuerdas, etc.
Ya habían empezado a llegar los primeros pedidos del catálogo a la estrecha casa del barrio este de Göttingen, con el taller y el almacén en el sótano. Poco después de que la prueba del kit hecha por Dieter Rosberg se publicara en la revista, los pedidos se dispararon. Aquellos primeros catálogos todavía se diseñaban con una máquina de escribir IBM Selectric para los textos y transfers Letraset para los titulares.
Pastillas
Prácticamente había abandonado ya la Facultad de Derecho y sólo seguía matriculado por mantener el seguro médico. Mi banda "Schulzrock" (por fin un nombre de banda en alemán) tuvo éxito localmente y mi nuevo negocio estaba creciendo un poco por encima de mis capacidades. Decidí involucrar a nuestro bajista Michael Zülsdorff en mi negocio (Gölsdorf & Zülsdorff). "Züli" era un estudiante de física y sabía de eléctricidad, un campo que me era bastante ajeno. Mi amigo Ullus, nuestro guitarrista principal, a quien había conocido en Würzburg y que se había mudado a Göttingen al mismo tiempo que yo, también sabía mucho de electricidad y esas cuestiones, porque había tenido un kit de construcción de Cosmos-Electroman de niño.
Ullus tenía una Les Paul Junior y yo dos Gibson Juniors y una Epiphone. Todas equipadas con pastillas P-90. Nos parecía que tenían un sonido impresionante. Leslie West, con su banda Mountain, causaba sensación en todo el mundo por aquellos años, armado también con una Les Paul Junior. Fat Leslie, Ullus y yo obviamente teníamos el mismo gusto respecto al sonido de guitarra. Una vez más - aunque suene un poco increíble - me sentí respaldado en mi tesis de que las Gibson realmente geniales no eran las Les Paul (u otras guitarras con humbuckers), sino los modelos Les Paul Junior, TV y Melody Maker. Todas con pastillas de una sola bobina y puentes wrap around. Quien haya escuchado el asombroso sonido que Carlos Santana le sacaba en Woodstock a su humilde SG, equipada con P-90, sabrá lo que quiero decir. Aunque para gustos, los colores.
Fue una coincidencia que pudiera conseguir todos los componentes para hacer pastillas tipo P-90 y otras pastillas en la zona de Erlangen. Y así, seguí mi propio impulso, mi credo: ¡Lo haremos nosotros mismos!
"Claro, una pastilla, eso es sólo una bobina de alambre de cobre y un imán", dijo Ullus. Zülsdorff también estaba muy interesado e inmediatamente consiguió un puente de medición, un generador de tonos y un oscilógrafo para llegar al fondo del funcionamiento de las pastillas. La idea era: ¿qué llega a la pastilla, de la vibración de las cuerdas y qué sale de ella? ¿Y cómo se puede verificar esto físicamente?
Aquí Ullus con su TV-Junior - Schulzrock en el Altstadtfest en Göttingen
Lo primero de lo que nos dimos cuenta fue que todas las P-90 tenían valores completamente diferentes entre sí, no importando si eran pastillas de puente o de mástil. Aparentemente, Gibson simplemente las estaba fabricando a ojo. De todos modos, teníamos un par de Juniors que sonaban fantásticas, y una ES-330, cuya pastilla de mástil era igual de brillantemente y abierta. Usamos el análisis de estas dos pastillas para nuestras propias creaciones y seguimos dándole vueltas a cómo crear pastillas "perfectas".
Ullus sabía cómo enrollar las bobinas gracias a sus habilidades adquiridas con el kit Electroman de su infancia. Sin embargo, había que tener en cuenta que ya en esa época la mayoría de las guitarras disponibles en el mercado tenían pastillas humbucker. Eso significaba que los huecos de las pastillas eran para este formato. Ninguna P-90 convencional habría cabido. Zülsdorff consiguió exactamente los mismos valores que nuestras magníficas pastillas de las Junior pero en una pastilla P-90 del tamaño de Humbucker. Había nacido nuestra pastilla “Dominó”, llamada así porque el aspecto recordaba a una ficha de Dominó.
Hicimos las mismas pruebas y análisis con todas las demás pastillas "oficiales" (Strat, Tele, Jazz-Bass, P-Bass etc.) y pudimos ofrecer nuestro primer surtido de pastillas propias: enrolladas, ensambladas, soldadas y enceradas contra posibles retroalimentaciones. Züli registró todas las curvas de respuesta de frecuencia de diferentes bobinas en detalle. También descubrió que las tapas de pastilla de latón empujaban las curvas hacia arriba debido al níquel que contenían, afectando así negativamente al sonido. Sólo las PAF originales de Gibson tenían tapas de plata de níquel, que no afectaban negativamente al sonido. La empresa de Müller consiguió hacer estas tapas de níquel-plata para nosotros. ¡Bingo!
En aquel entonces trabajábamos mucho de noche, los días de 22 horas no eran raros. Pero es lo que toca hacer cuando hay algo que investigar y desarrollar.
Una de las genialidades de Züli fue conectar nuestro contador de electricidad en el sótano al revés para que corriera hacia atrás. "¡Así ahorras dos veces!". También teníamos todo dispuesto para poder desenchufarnos rápidamente del cable de suministro en caso de una visita de los servicios públicos municipales.
Y aquí puede ver nuestra máquina de bobinar. Un pequeño motor eléctrico con un disco para sostener varias bobinas, junto con un contador y una guía de cable. La utilizábamos para enrollar el cable de la bobina de manera relativamente desordenada, porque esto reduce la capacidad eléctrica y por lo tanto las pastillas suenan más abiertas.
1979 – Mástiles Neck Through
De repente, llegaron al mercado las primeras guitarras y bajos con mástil neck through. Por supuesto, tuvimos que adoptar este nuevo método de construcción inmediatamente para los nuevos kits. La empresa maderera de Erlangen también había empezado a producir mástiles de este tipo. Podías pedirlos a medida en varios tipos de madera, por ejemplo, arce con una franja media de caoba o caoba con varias franjas gruesas de arce.
Luego venía un proceso de trabajo intensivo: pegar, lijar, presionar y nivelar los trastes, pulir, etc. No era sencillo. Por supuesto, los diapasones tenían que estar exactamente centrados y alineados con los bordes exteriores de los mástiles. Y si se pegan dos piezas de madera con pegamento para madera, la presión de una pinza puede desplazar la madera en cualquier dirección. Así que clavábamos dos clavos cortos en la parte inferior del mástil, de modo que aún sobresalían ligeramente. Luego colocábamos los diapasones con precisión y los fijábamos con dos golpes de martillo, para que nada se moviera cuando se apretaran las abrazaderas. Los trastes los instalábamos con un soporte de perforación Wolfcraft convertido. Luego nivelábamos los trastes con diferentes limas y los pulíamos en acabado a espejo con lijadora orbital y finísimas lijas al agua.
Todavía en Göttingen
El viejo Wilfer
Buscábamos madera más exótica para los laterales de los mástiles neck-through. Y una vez más fue Joe Marinic quien me ayudó con un buen consejo: debería probar con el viejo Wilfer. ¿Wilfer? Claro, su compañía Framus, acababa de sufrir una bancarrota y probablemente tendrían madera para vender.
Los Wilfer, padre e hijo acababan de lanzar el nombre de Warwick. La empresa predecesora, Framus, se había reducido considerablemente, pero seguía siendo una enorme fábrica en el sentido más amplio. El hijo, Hans-Peter, acababa de asumir la dirección siendo un jovenzuelo y el padre Fred también se pasaba por la fábrica, intentando que el barco hundido volviera a su rumbo desde el fondo. Pero las ideas realmente buenas para Framus, ahora Warwick, siempre vinieron de un tal "Bill Lawrence", cuyo nombre real era Joseph Stich (entonces más conocido como "Billy Lorento"). Aconsejó a Wilfer hijo que copiara los bajos de Spector, que en ese momento eran muy populares en el mercado, lo que se convirtió en un gran éxito para Warwick.
Así nació su idea de comprar de nuevo una fresadora especial de Reichenbacher para mástiles de guitarra, ya que, desafortunadamente, la que tenían se había subastado durante la quiebra de Framus en 1975. Esta máquina trabaja usando un modelo de dos mástiles pegados por el lado del diapasón, que se escaneaba por todo el perímetro. Al mismo tiempo la máquina controlaba una fresa que cortaba una o más piezas de madera desde todos los ángulos. De esta manera, se podía fabricar cualquier contorno de mástil automáticamente y a la perfección. El bloque de madera resultante se cortaba por la mitad y obtenías dos mástiles en los que sólo tenías que volver a limar unos detalles. Muchísimo menos trabajo que con los mástiles en bruto que usábamos nosotros.
Casualmente, había una máquina de este tipo en la fábrica de muebles de Eimbeckhausen de mis suegros, para la producción de patas de sillas y mesas. Y, por algún motivo, querían deshacerse de ella, así que conduje con el viejo Wilfer desde Erlangen hasta la fábrica de mis suegros.
Fred Wilfer era un tipo bastante loco, egocéntrico y narcisista, pero tenía una increíble energía para sus 60 años. Desgraciadamente, cuando nos sentamos con mi suegro y hubo que hablar de dinero, resultó que Fred tenía ideas financieras absurdas y ni un marco en los bolsillos, así que el proyecto fracasó. De todos modos, fue un viaje interesante. A lo largo de casi 1.000 kilómetros Fred demostró tener todo tipo de cosas que contar; información muy interesante para mi carrera profesional.
Bill Lawrence
Me he encontrado con Bill varias veces a través de esta historia de Framus. La mayoría de las veces eran conversaciones bastante agotadoras (y unilaterales), porque le gustaba divagar interminablemente sobre fórmulas físicas. Razonamientos que yo apenas podía seguir - o no podía seguir en absoluto - con mi profundo “conocimiento a medias”. Al menos conocía nuestros experimentos con pastillas y parecieron dejarle impresionado. Como teórico convencido, trató de poner nuestros experimentos en perspectiva mencionando que el principio de la pastilla humbucker fue inventado en Italia ya en 1825, para un instrumento sismológico con dos bobinas trabajando en fases opuestas para medir cualquier temblor de tierra. Sí, Bill Lawrence estaba en vanguardia y sus pastillas ciertamente marcaron un hito en la historia.
Tenía sólidos conocimientos de física y puede que no cambiase el mundo, pero sí cambió el mundo de los guitarristas en esos años, al menos un poco. ¡Así que chapeau por él!
Rockinger Lady
Acabábamos de cambiar nuestro nombre de "Atze's Soundhouse" a "Rockinger". Eso sonaba más profesional y establecía mejor nuestra "marca" - especialmente considerando que ya teníamos diversos productos patentados. Pero también porque, como fan de las Les Paul Junior, tuve la idea de transformar este concepto de guitarra muy simple en un modelo propio con un aspecto distintivo. Y algo muy importante: el aspecto debía ser femenino.
En los tiempos de Würzburg, una vez instalé un mástil Höfner comprado al Sr. Benker en uno de mis cuerpos, cuya parte inferior tenía una especie de "nalgas" femeninas. Luego corté la forma del cuerpo utilizando una regla curva, haciendo lo mismo con la inserción del mástil. Es decir, el mástil sobresalía en el cuerpo casi hasta llegar a la pastilla y se cubría como una extensión del diapasón con una elegante carey de Geipel o algún otro material de color, que más tarde llamaríamos "LSD-2000". La “Lady" también tenía un golpeador, en el que se colocaría nuestra pastilla Dominó P-90 y los controles. ¿Qué podría ser más obvio que diseñar este golpeador con la forma de un pecho femenino? Así es como acabó naciendo la “Rockinger Lady”. Carl Carlton fue el primero en disfrutar y tocar esta guitarra.
Pronto apareció un modelo de Lady con trémolo, el Vibromaster de desarrollo propio. Este funcionaba con uno o dos muelles de presión bajo la placa base y se montaba en dos tornillos como un trémolo de Strat.